AGROPECUARIA GRANADINA
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Oro Molido - Aceite de Oliva Virgen Extra
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Olivo Centenario
La oxidación del cuerpo humano es un proceso natural que se produce por el simple hecho de respirar. Se basa en la generación de radicales libres o células incompletas (porque les faltan electrones), que buscando su estabilidad dañan a otras células vecinas sanas. En este proceso el radical libre original se ve neutralizado, pero las células de las cuales extrajo los electrones que necesitaba se convierten en radicales libres al quedar, ellas mismas, desestabilizadas. Esto provoca una cadena por la cual se alteran y dañan las moléculas de carbohidratos, proteínas, grasas y el ADN, traduciéndose en envejecimiento y en el aumento de las probabilidades de sufrir enfermedades degenerativas.

Los radicales libres son neutralizados, fácilmente, por nuestro propio cuerpo a través de la producción de algunas enzimas. Sin embargo, el problema surge cuando nos enfrentamos a un exceso sostenido (durante años) de radicales libres, fenómeno que se conoce como estrés oxidativo. La contaminación atmosférica, el humo del tabaco, los herbicidas, pesticidas o ciertas grasas son algunos elementos que generan radicales libres que ingerimos o inhalamos.

Es por esto que, ante la incapacidad de nuestro cuerpo para neutralizar todos los radicales libres, nos vemos obligados a recurrir a cierto tipo de nutrientes que, también, realizan esta función y que reciben el nombre de antioxidantes. El betacaroteno, la vitamina C, la vitamina E y el selenio, que se encuentran, principalmente, en frutas, verduras y en el aceite de oliva virgen son antioxidantes por excelencia. El nivel de las sustancias que previenen la oxidación (acción antioxidante) y, como consecuencia, el nivel de las sustancias que marcan la existencia de estrés oxidativo en el organismo, se incrementa más con el aceite de oliva virgen que con los otros dos tipos de aceite de oliva.